Con una voz que duele y acaricia al mismo tiempo, Ana y Lucía nos invitan a sumergirnos en un nuevo capítulo emocional. “Estaba tan segura” es el primer adelanto del próximo disco de Kill Flora, una canción que explora la inocencia desde el prisma de la desilusión, donde crecer implica romper, y amar… también.
Detrás de su melodía dulce y oscura, la canción plantea un dilema íntimo: “¿Por qué siempre escribo para alguien más?” Así, el proyecto se atreve a cuestionar esa necesidad de escribir desde la herida ajena, desde el impacto que los otros dejan en nosotros, incluso cuando ya no están. Este sencillo no solo habla de decepción, sino de liberación. De entender el arte como un proceso catártico, visceral, profundamente humano.
“Estaba tan segura” fue grabada, mezclada y masterizada en Estudios Panda, y marca el inicio de un viaje sonoro más maduro y emocional. El resultado es un universo donde conviven atmósferas oscuras, armonías sutiles y una intensidad que no se fuerza, sino que fluye.
Kill Flora nació en 2021 cuando Ana y Lucía empezaron a darle forma a sus canciones: un universo que combina rebeldía, ternura, ironía y una mirada feminista lúcida. Con su disco debut Entrada Triunfal (2022), comenzaron a hacerse notar en la escena under gracias a un sonido tan personal como eléctrico.
En 2024 sorprendieron con “Pussy Pancake”, un estallido punk con letras divertidas y punzantes que retratan un verano insoportable desde una mirada filosa, pero bailable. Sus shows son pura energía: invitan al pogo y a la emoción, creando una conexión real con su público.
No es casual que hayan sido teloneras de Stone Temple Pilots en el Estadio Obras o que compartieran escenario con referentes como Eterna Inocencia, Mujer Cebra, Marina Fages y Buenos Vampiros. Kill Flora pisa fuerte y no para de crecer. Ya pasaron por festivales como Baradero Rock, Festival Capital, Nuevo Día y Vomit, consolidando una propuesta potente y en constante evolución.
Con “Estaba tan segura”, Kill Flora no solo lanza una canción: abre una herida luminosa que nos recuerda que a veces doler también es florecer.