El estudio determinó que la composición química de los anillos, que se creía que era casi todo agua es “mucho más complicada” de lo que se pensaba y con el tiempo “puede cambiar el contenido de carbono y oxígeno de la atmósfera del planeta”.
El estudio determinó que la composición química de los anillos, que se creía que era casi todo agua es “mucho más complicada” de lo que se pensaba y con el tiempo “puede cambiar el contenido de carbono y oxígeno de la atmósfera del planeta”.